El aceite de pepipa de uva es el
aceite portador que más ácido linoleico posee en su formulación, un 68%. Mucho
más que el aceite de almendras dulces, el de aguacate o el de coco. Se convierte
por ello en un básico del tocador de toda amante de la belleza. Muchas marcas
trabajan con los beneficios del aceite de uva y nos venden sus productos como
naturales sin serlos realmente. ¿Queréis conocer una alternativa natural que
posee este tesoro de aceite pero que deja la piel mate?
Los beneficios procedentes de las uvas ya lo
conocían los egipcios hace más de 6000 años y en la antigua Grecia los
filósofos la tenían por un fruto muy curativo, sería por algo, ¿no os parece?
El aceite de pepita de uva o como
lo llaman muchas veces para simplificar, aceite de uva, se obtiene por primera
presión en frío de las semillas del fruto de la vid. El resultado es un aceite
pálido y delicado, que deja una capa brillante en la piel cuando es usado como
aceite portador.
Los aceites portadores son los
aceites vegetales que se pueden aplicar sobre la piel directamente. Los aceites
esenciales por el contrario, son tan puros que al aplicarlos sobre la piel
podría dar alguna reacción y por ello se suelen diluir en aceites portadores
como es el aceite de pepita de uva.
Como es obvio no todos los
aceites portadores, como son el de jojoba, coco, aguacate, argán… tienen la
misma composición y por tanto sus beneficios son diferentes. El aceite de
pepita de uva es muy rico en ácidos grasos oleico (15-20%) y linoleico
(68-78%). Estos ácidos grasos no son sintetizados por el organismo y por ellos
se les considera esenciales. El alto porcentaje de estos ácidos grasos ayudan
en la regeneración de la función barrera de la piel. Al tener la barrera bien
formada, la piel es menos propensa a perder su hidratación. De hecho una de las
causas más comunes de piel seca, es la pérdida del acido linoleico en la estructura
de la piel y ya hemos dicho que nuestro organismo no puede sintetizarlo por lo
que es necesario reponerlo tópicamente.
Además este aceite de uva es una
gran fuente de proantocianidina, vitamina C, D y E, betacaroteno y resveratrol,
que contienen altas dosis de antioxidantes que retrasan el envejecimiento cutáneo.
Las proantocianidinas son potentes inhibidores de reacciones perjudiciales para
la piel, consecuencia de agentes dañinos como los rayos solares, el estrés o la
polución. Estos agentes antioxidantes nos protegen de los radicales libres que
cada día se adhieren a nuestra piel y que es definitiva son los principales
causantes del envejecimiento cutáneo. Gracias al aceite de pepita de uva, la
piel se mantiene hidratada retrasando las primeras líneas de expresión y libre
de radicales libres que dañan nuestras fibras de colágeno y elastina.
Es un aceite de fácil penetración
sin taponar los poros dejando la piel lisa y limpia y con efectos curativos y calmantes. Por todo ello
es un aceite recomendado para las pieles grasas, puesto que no aporta
pesadez y es perfecto para las
cicatrices del acné.
Aún así y sabiendo que mi piel es
normal tirando a seca, me decidí a probar esta crema facial de Vinifera que
contiene el aceite de pepita de uva en su composición. Mi intención era aportar
a mi rutina una crema ligera, pero que dejara mi piel nutrida de cara a los fríos
del otoño, invierno. Como ya tengo más de 30 años siempre ando en busca de
productos antioxidantes, que eliminen los radicales libres que apagan la tez y
hacen que la piel luzca cetrina y sin la luz de la juventud.
Además esta crema facial
antioxidante tiene como ingrediente principal la uva en todas sus
posibilidades; el agua de uva, el
extracto de la hoja de uva y por supuesto el famoso aceite de pepita de uva. Otro
punto a su favor es que la uva que forma parte de su composición, está
cultivada de forma ecológica en España y es un
producto certificado por Ecocert.
Os dejo el INCI: Vitis Vinifera fruit water*, caprylic/capric
triglyceride, cetearyl alcohol, propanediol, vitis vinifera leaf extract*,
arachidyl alcohol, vitis Vinifera seed oil*, argania spinosa kernel oil*, aqua,
behenyl, alcohol, glyceryl caprilate, parfum, glycerin, sodium hyaluronate,
tocopherol, sodium phytate, arachidy glucoside, cetearyl glucoside, xanthan
gum, citric acid, benzyl benzoate, linalool.
Aparte de ver que es una composición relativamente sencilla, esto es lo
que me gusta de la cosmética natural, podemos saber que nos aplicamos en la piel,
se puede apreciar que contiene aceite de argán y acido hialurónico, que son
también muy buenos ingredientes para hidratar y nutrir la piel.
La marca nos dice que es un
producto rejuvenecedor y revitalizante, que hidrata y nutre en profundidad
manteniendo la firmeza y la elasticidad en la piel. Ayuda a tratar las heridas
y lesiones del acné, a igualar el tono, aclarar las cicatrices y a corregir las
arrugas y líneas de expresión.
Dicho así parece el oro y el moro,
así que os voy a dar mi opinión tras usarlo ya mes y medio. Es una cremita
blanca, muy ligera y de fácil absorción. Curiosamente a pesar de llevar aceite
de pepita de uva y de argán, tras realizar un pequeño masaje para favorecer su
completa absorción, deja la piel un poco mate, por lo que no es nada grasa. De ahí
que se recomiende para pieles grasas pero deshidratadas.
A pesar de dejar la piel un pelín
mate, no reseca en absoluto, menos mal!! Todo lo contrario la piel se queda
relajada, jugosa y nutrida. Al nutrir la piel, reestructuramos su barrera de
forma que no pierde agua y se mantiene hidratada, que es una de las cosas que
yo le pedía y lo cumple! Por todo ello recomendaría esta crema a pieles mixtas,
normales y algo secas que estén deshidratadas.
El formato es de plástico con
sistema airless, que sabéis que siendo un producto de cosmética natural me
gusta mucho. Vienen 50 ml y lo podemos encontrar en Tuecobox, además ahora la
tienen rebajada!! Aquí también se puede encontrar el aceite de pepita de uva
puro, yo he preferido probar con la crema, pero viendo sus beneficios quizás me
anime con el aceite para añadirlos a cremas y aumentar sus beneficios.
Sin duda está siendo una gran
ayuda para estos días tan fríos que ya nos toca vivir. Este año no noto la piel
tirante ni reseca, como me ha pasado otros años por estas fechas. Tengo la piel
mejor que nunca y en parte es gracias a esta crema! La estoy usando todas las
noches y de día cuando me quedo en casa porque no lleva protección solar.
Espero que os haya resultado
interesante y que os animéis a incorporar este ingrediente en vuestra rutina,
con cosmética natural mucho mejor! Seguro que vuestra piel os lo agradecerá!
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Mismimitoss
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